Jun-2016
Volcán Ijen
Ijen
El volcán Ijen es una de las maravillas de Java, cuando llegas a la cima las vistas son impresionantes, el cráter es gigante y, además de expulsar azufre, hay una poza de agua volcánica en el centro.
Lo que se suele hacer es escalarlo de noche para llegar a la cima antes del amanecer y poder ver las llamas azules que expulsa el cráter (solo visibles de noche). También se puede hacer el descenso al cráter donde los trabajadores cargan el azufre, pero nosotros después de ver el circo turístico que allí se monta, no podemos recomendarte bajar.
Fuimos en fin de semana y a las 5 de la madrugada las ordas de turistas ascendían la colina que lleva al volcán, todos con sus linternas-frontal que poco más te dejan ciego cada vez que te los cruzas. Una vez arriba, la gente empieza a descender al cráter, pero somos demasiados y el camino es estrecho y pedregoso, casi no hay espacio para pasar dos personas. Mientras los trabajadores del azufre cargando 80kg a la espalda intentan ascender, los turistas entorpecen su paso alumbrando con sus linternas-frontal y sacando fotos.
Vimos una escena en la que un hombre anciano que cargaba azufre intentaba subir y la gente obstaculizaba su paso, con el peso de de las cestas de azufre casi pierde el equilibrio y empezó a zarandearse de un lado a otro del estrecho camino chocando con los turistas que estaban a un paso del acantilado. Fue tanta la tensión que incluso una turista se puso a gritar asustada. El pobre hombre cargado con esas cestas gigantes estaba agotado y confuso, los turistas empezaron a disparar fotos y el trabajador gritó indignado: “money, money”, intentando increpar que si le sacas fotos has de pagar. Los turistas empezaron a reír y el trabajador lleno de frustración empieza a gritarles: “orang, orang!!” que en Bahasa significa “humano, humano!!”.
La gran cantidad de turistas entorpecen el paso de los trabajadores, eso nos hizo plantearnos nuestra presencia allí. Las 100.000 rupias que cuesta la entrada al volcán no son para esos trabajadores, son para el gobierno y las mafias. Los turistas impiden el paso, molestan y generan una situación muy peligrosa porque el camino es pedregoso y empinado. Además, sacan fotos de los trabajadores a 10cm de sus caras mientras ellos cargan cestas gigantes llenas de azufre.
No podemos decirte que no vayas al volcán Ijen, porque es espectacular, las vistas desde la cima nunca se te borran de la memoria, la belleza de cada grieta de la montaña y el lago azul del centro son algo de otro mundo. Lo que si podemos decirte es que bajar al cráter no vale la pena, y si tienes un mínimo de sensibilidad pasarás un mal momento viendo la penosa situación. Los turistas bajando al cráter molestan!
Desde la cima las vistas son preciosas y vas a ver a los trabajadores llegar arriba exhaustos. Todos los alrededores del volcán son de una belleza sobrecogedora y el amanecer es una verdadera pasada.
*Colarse en el Ijen: Nuestra amiga Alba, una verdadera mochilera, consiguió colarse en el Ijen. Lo que hizo fue aprovechar las estampidas de turistas que se amontonan en la entrada donde piden el ticket. Se “acopló” a un grupo organizado de turistas y entre la confusión consiguió pasar gratis. Una vez dentro nadie te revisa el ticket 😉
Como llegar:
Como en todos los “puntos mágicos” de Indonesia, hay una gran mafia alrededor de esta atracción turística y llegar al pueblecito que está a los pies del volcán no es fácil. Seguramente hay transportes locales muy baratos que suben hasta allí, pero no son accesibles para los turistas. Los turistas alquilan jeeps para llegar hasta allí, les venden la moto diciendo que el camino está fatal y no puedes llegar en otro transporte, pero no es así, si puedes alquilar una moto puedes llegar al pueblo. Hay grandes pendientes en el camino, así que necesitas una moto potente, pero la carretera está en buen estado.
Nosotros, en aquel punto del viaje, estábamos agotados de tanto pelearnos con comisionistas, mafiosos y estafadores de turistas, así que alquilamos un coche con conductor que nos llevo desde Lumajang hasta el volcán, esperó en el coche con nuestras mochilas y cuando bajamos nos llevó hasta Banyuwangi para coger el ferry y cruzar a Bali. Otros viajeros que conocimos entre transportes, mafias y entradas se gastaron menos que nosotros pero tuvieron que lidiar con los mafiosos y acabar pagando a gente que no merece nuestro dinero. Nosotros estuvimos muy contentos con el hombre que nos llevó, un hombre humilde, bueno y trabajador que se ganó a pulso cada rupia que le pagamos.
Que ver:
Hay que llegar de noche para ver las “blue flames” unas llamas azules que escupe el volcán y solo se ven por la noche.
La caminata es bastante dura pero se puede hacer. Necesitarás linterna, mejor que no sea frontal porque si usas frontal cada vez que mires a alguien lo vas a dejar ciego.
Una vez en la cima puedes decidir bajar al cráter o no, pero has de saber que si bajas molestarás a los trabajadores del azufre. Para bajar te dirán que necesitas una máscara de gas que te la alquilan allí mismo, nosotros bajamos solo con la mascarilla normal y sin problema.
Ir bien abrigados ya que al ser de noche cuando subes y a esa altura, hace mucho frió. También recomendamos llevar playeros o botas, ya que el trayecto por momentos es empinado.
Cuando amanezca podrás ver un amanecer espectacular desde la cima y caminar por los caminos que rodean el volcán. Impresionante.
Donde dormir:
Nosotros llegamos con el coche a las 4 de la madrugada para llegar a la cima al amanecer. Fuimos durmiendo en el coche de camino al Ijen, así que nos ahorramos el alojamiento.
Mucha gente se queda a dormir en Bondowoso o Banyuwangi, para así dejar las mochilas y al volver echarse a dormir.
Donde comer:
Cuando desciendas del volcán, ya de día, verás que el pueblecito a los pies del Ijen está lleno de vida, con varios restaurantes y puestos de comida o café. Muchos turistas pero también gente local. Puedes tomarte un café o una sopa para entrar en calor 😉
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